
Damián nació en Tremelo, Bélgica el 3 de enero de 1840. Era el séptimo de 7 hermanos. Desde muy pequeño se distinguió por su piedad. Al mismo tiempo le gustaba mucho jugar y sobre todo correr.
A la edad de 19 años decidió entrar en la Congregación de los Sagrados Corazones. Sobre su carpeta escribió: «silencio, presencia de Dios, oración». Amaba mucho la adoración nocturna del Santísimo Sacramento.
Años después escribiría que sin ella «no hubiera podido perseverar en asociar mi suerte a la de los leprosos en Molokai». Amaba rezar delante de la imagen de San Francisco Javier. Todos los días le pedía la gracia de ser enviado un día a la misión
Finalmente en 1863 su sueño se hizo realidad. Partió del puerto de Brema, en Alemania hacia las Islas Hawai. El viaje duró 139 días. A partir de ése momento pasará 25 años de su vida en estas islas, cuidando de los leprosos.
En la isla sirviendo a los leprosos practicó todos los oficios que pudo: médico, carpintero, albañil, cocinero, maestro, etc. Muchos leprosos no tenían ni dedos ni manos, así que el P. Damián incluso les construía el ataúd y excavaba las tumbas.
Si bien tenía un temperamento irritable hacia todo aquello que estorbara sus deberes sacerdotales, él se volvía niño con los niños. Tenía mucho carisma, y no sólo daba, sino que daba con amor.
Los niños eran los predilectos del P. Damián. Ellos encontraron en él un padre y una madre que los amaba. Su casa estaba siempre llena de niños leprosos que comían con él. Eran su verdadera familia. Tomaba a los niños en brazos, incluso cuando sus llagas estaban sin vendas. Decía: «El cuerpo se corrompe rápidamente es sólo el alma que cuenta». Hizo siempre de todo para garantizar a sus niños un verdadero hogar. El orfelinato siempre estuvo al centro de sus atenciones.
Había creado un bellísimo coro de niños. A su hermano escribía: «mis niños cantan como si fuesen músicos expertos. La tuberculosis y la muerte han preparado las voces más bellas de mi coro».
Decía: «No estén preocupados por mi, porque cuando se sirve a Dios se es feliz en todas partes»
En 1885 le fue diagnosticada la enfermedad. Había contraído la lepra. Murió cuatro años después. Era el 15 de Abril de 1889.
Beato Vasile Aftenie
Vasile AftenieNació el 14 de junio de 1899 en Lodroman. En 1919 se matriculó en la Facultad de Teología y fue enviado a estudiar en el Colegio Griego de Sant’Atanasio en Roma. En 1925 obtuvo su doctorado en filosofía y teología y regresó a su tierra natal. El 1 de enero de 1926 recibió la ordenación sacerdotal del metropolitano Vasile Suciu. Fue nombrado profesor de la Academia de Teología de Blaj, Decano de Bucarest y canónigo del capítulo arzobispal de Blaj.
El 1 de octubre de 1939 se convirtió en rector de la academia teológica antes mencionada. En abril de 1940 fue nombrado obispo titular de Ulpiana, recibiendo el puesto de auxiliar del obispo metropolitano Alexandru Nicolescu, obispo de Fagaras y Alba Julia. La consagración episcopal tuvo lugar el 5 de junio de 1940 en la catedral de Blaj.
Fue arrestado por el régimen comunista el 28 de octubre de 1948. Junto con otros cinco obispos griegos-católicos, llevado a Dragoslavele y luego al monasterio ortodoxo de Caldarusani, transformado en un campo de concentración.
En mayo de 1949 fue trasladado y aislado en el Ministerio del Interior, donde sufrió horrendas torturas, lo que requirió una resistencia sobrenatural. Mutilado y con una barba desgarrada, fue encarcelado en la prisión de Vacaresti, donde murió el 10 de mayo de 1950. Fue enterrado en el cementerio católico de Belu con una ceremonia religiosa oficiada por un sacerdote católico romano.