Evangelio según San Lucas 12,54-59.
«Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.»
Saber leer los signos de los tiempos
Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo, para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. El manifiesta su amor para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y los pecadores. El nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor. Como un padre siente ternura por sus hijos, así tú sientes ternura por tus fieles… Por eso, te alabamos y te glorificamos y, con los ángeles y los santos, cantamos tu bondad y tu fidelidad, proclamando el himno de tu gloria… Fortalece a tu pueblo con el cuerpo y la sangre de tu Hijo y renuévanos a todos a su imagen. Que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al evangelio. Que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación.







Misal Romano