
Evangelio según San Juan 16,16-20.
«Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver».
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’?. ¿Y que significa: ‘Yo me voy al Padre’?».
Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir».
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: ‘Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.»
«…Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.»
El Salvador dice a los discípulos que él se va por un tiempo, que ellos se entristecerán y que el mundo se alegrará. Pero esto es bueno para ellos. Su apego humano a la persona de Jesús era demasiado grande, Él tenía que separarse de ellos para que pudieran recibir interiormente su Espíritu. Así, también, es bueno para nosotros, si se nos quita el consuelo humano, el apoyo por medio de un representante humano, y hasta si se nos quitan siempre consuelos es para que se recibamos acciones espirituales más profundas. Podemos entristecernos de la ausencia del Señor y de que el «modicum» se nos haga largo, pero debemos estar seguros de que Él no nos deja solos.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Edith Stein, (1891-1942), carmelita descalza, mártir, copatrona de Europa