
Durante su asamblea plenaria, los prelados reclamaron a las autoridades «no desviar la atención» y buscar soluciones efectivas en los territorios que sufren la violencia desatada entre grupos armados.
La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) -reunida en su 118ª asamblea plenaria, que comenzó este 3 de febrero en Bogotá- le remitió un breve mensaje, firmado por la presidencia de la CEC, a la Nación y al presidente de la República, Gustavo Petro, sobre la compleja situación política y social del país, y sobre los enfrentamientos entre grupos armados que se desarrollan actualmente en la provincia del Catatumbo.
Los obispos invitan a autoridades, instituciones y representantes de la sociedad civil a «no distraerse con los acontecimientos actuales» y a «abordar de manera coordinada los problemas más profundos y urgentes de la nación», en particular la crisis humanitaria que afecta a muchas comunidades, incluidas las de la región del Catatumbo.
«Estamos preocupados por el clamor y el sufrimiento de las personas y comunidades que se han visto gravemente afectadas», escriben los obispos, que también piden «atención urgente para los migrantes, desplazados, confinados y repatriados, víctimas de la creciente violencia en las zonas rurales del país».
El episcopado instó, así, al Gobierno nacional y a todas las instituciones del Estado a «trabajar unidos para alcanzar soluciones efectivas, centrándose en el bien de la nación, para lograr el tan deseado país unido y en paz».
«Hoy, más que nunca, no nos dejemos robar la esperanza y fortalezcamos los esfuerzos e iniciativas que se están gestando en las comunidades», expresaron los obispos.