En Tigava, ciudad de la provincia romana de Mauritania, san Tipaso, mártir, quien, habiéndose retirado legítimamente del ejército, al ser reclamado de nuevo se negó a sacrificar a los dioses, y por ello fue decapitado.
La leyenda hagiográfica tradicional señala que Tipasio era soldado, y que se retiró de la carrera militar para consagrarse, como cristiano, a la vida eremítica en la provincia oriental de Mauritania. Sin embargo, fue reclutado nuevamente pero se negó -llevado por su fe- a aceptar el dinero de paga que ofrecía el emperador. Esto le valió ser amenazado de muerte, pero como predijo la victoria de Maximiano, se le conmutó la pena. Cuando le tocó el turno a sacrificar a los dioses de Roma como parte de su vida militar, se negó nuevamente, alegando su fe, y esta vez sí fue ejecutado. Esto ocurrió hacia el 297/8 en Tigava, actual 297/298 in Tigava, actual El Kherba en Argelia.