Evangelio según San Lucas 1,39-48.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz».
“¡Quisiera cantar, María, por qué te amo!”
1. ¡Quisiera cantar, María, por qué te amo! Por qué tu nombre tan tierno hace estremecer mi corazón Y por qué el pensamiento de tu suprema grandeza No podría inspirar temor en mi alma. Si te contemplara en tu sublime gloria Y sobrepasando el resplandor de los bienaventurados Que soy tu hija no lo podría creer ¡Oh María, ante ti bajaría los ojos!… 2. Es necesario que un niño ame a su madre Que ella llore con él, comparta sus dolores Oh mi querida Madre, en la orilla extranjera Para atraerme hacia ti, ¡cuántas lágrimas derramas!…. Meditando tu vida en el santo Evangelio Me atrevo a mirarte y acercarme a ti Creerme tu hijo no es difícil para mí Porque te veo mortal y sufriendo como yo… (…) 21. Oh Virgen Inmaculada, la más tierna entre las madres Escuchando a Jesús no te entristeces Sino que te alegras que nos haga comprender Que nuestra alma se convierta en su familia aquí abajo Te alegras que nos dé su vida, ¡Los infinitos tesoros de su divinidad!… Como no amarte, oh mi Madre querida Viendo tanto amor y tanta humildad. 22. Nos amas, María, como nos ama Jesús Y consientes por nosotros de alejarte de Él. Amar es darlo todo y darse sí mismo Querías probarlo permaneciendo apoyo nuestro. El Salvador conoció tu inmensa ternura Conoció los secretos de tu corazón maternal, Refugio de pecadores, a ti nos deja Cuando deja la Cruz para esperarnos en el Cielo. (…) 24. La casa de San Juan se convierte en tu único asilo El hijo de Zebedeo reemplaza a Jesús….. Es el último detalle que da el Evangelio De la Reina del Cielo ya no habla más. Pero su profundo silencio, oh mi querida Madre ¿No revela así que el Verbo eterno Quiere cantar Él mismo los secretos de tu vida Para cautivar a tus hijos, los Elegidos del Cielo?






Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897)
carmelita descalza, doctora de la Iglesia