Luciano Gonzalez
Medios suecos identifican al sospechoso, que está muerto, como Rickard Andersson, un desempleado de 35 años, con poco trato con su familia, problemas mentales, y que no fue aceptado para el servicio militar por no haber terminado la educación secundaria
Berlín. Corresponsal
Suecia afronta con dolor la masacre perpetrada el martes por un tirador en una escuela de adultos de Örebro, en el centro de la nación nórdica, en la que murieron once personas y que fue descrita por el primer ministro, Ulf Kristersson, como “el peor tiroteo masivo en la historia del país”. Según la policía , no hay evidencias de que el agresor, un hombre de 35 años de la localidad, que se suicidó allí mismo, actuara por “motivación ideológica”. Tampoco tenía antecedentes ni relación con bandas criminales.
La policía no ha dado más detalles sobre el perfil del sospechoso, cuya vivienda en Örebro registraron los agentes el mismo martes por la tarde, y mantiene el mutismo mientras la investigación prosigue. Sin embargo, el tabloide Aftonbladet , que habló con familiares del presunto autor de los disparos, asegura que era un desempleado solitario que llevaba años sin apenas contacto con su familia, y que tenía problemas mentales.
Este diario indica que el sospechoso, al que identifica como Rickard Andersson, no fue aceptado para el servicio militar por carecer de titulación de escuela secundaria, según les confirmó por correo electrónico la Agencia Sueca de Reclutamiento.
La cadena pública SVT, que no cita fuentes, también le identifica con ese nombre y explica que el atacante tenía licencia de armas –algo relativamente común en Suecia debido a la afición a la caza- y que disparó su arma de caza durante el tiroteo. También el Aftonbladet dice que el perpetrador tenía licencia para cuatro rifles de caza, y que había estado matriculado en la escuela atacada, como muestra documentación del municipio de Örebro. Rickard Andersson se inscribió en un curso de matemáticas, que abandonó en el 2021.
Flores y velas con el rey y la reina
Duelo en Suecia por “el peor tiroteo masivo en la historia del país”, en palabras del primer ministro, Ulf Kristersson
Poco se ha dicho en público sobre las víctimas. Cinco de los seis heridos hospitalizados –cuatro mujeres y dos hombres- fueron operados de heridas de bala y siguen graves, informó la autoridad regional. Alumnos y docentes relataron a medios locales cómo intentaron ayudar a sus compañeros antes de huir del edificio. La escuela Risbergska, lugar del ataque, imparte clases a adultos que no terminaron la secundaria o que buscan mejores notas para ir a la universidad, y también da clases de sueco y de formación profesional a inmigrantes, en Örebro, ciudad de 157.000 habitantes a 200 kilómetros al oeste de Estocolmo.
“Pienso en mis alumnos; muchos de ellos han huido de países donde ocurren cosas como esta y ahora lo han vivido aquí, es horrible”, declaró Maria Pegado, profesora de hostelería en el centro, a la agencia Reuters. Ella y sus estudiantes huyeron corriendo a tiempo y se salvaron. En el campus hay también escuelas infantiles. Los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, y el primer ministro y su esposa, depositaron este miércoles flores en el lugar de la matanza y asistieron a un acto fúnebre en la iglesia principal de Örebro.
