
Mientras prosigue el avance de los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) en toda la región de Kivu, el gobierno de Kinshasa da la voz de alarma sobre el cierre de escuelas debido a la inestabilidad rampante en el este de la República Democrática del Congo. Unicef, por su parte, expresa su preocupación por las violaciones contra los niños y el aumento de niños soldado.
Valerio Palombaro – Ciudad del Vaticano
Más de un millón de niños no puede ir a la escuela en las regiones de Kivu Norte y Kivu Sur, provincias orientales de la República Democrática del Congo ocupadas en gran parte por los rebeldes del M23 apoyados por Ruanda. Según el Ministerio de Educación de Kinshasa, la crisis actual ha provocado el cierre de 2.594 escuelas, 1.483 de ellas en Kivu Norte y 1.111 en Kivu Sur, lo que afecta a más de 1,1 millones de niños.
La inseguridad y el avance del M23
Varias escuelas han sido bombardeadas, destruidas o requisadas por grupos armados para convertirlas en bases militares. El clima de inseguridad permanente, alimentado por la presencia de los rebeldes del M23, complica cualquier intento de volver a la normalidad en las escuelas. Cientos de miles de personas están desplazadas. Bukavu, la capital provincial, fue ocupada a mediados de febrero por el M23 y muchos habitantes han huido. Uvira, más al sur, también vive días de gran tensión bajo la amenaza de la llegada de los rebeldes. Mientras tanto, la Alianza del Río Congo, rama política del M23, anunció la creación de un «gobierno paralelo» en Kivu del Sur, después de haber hecho lo mismo en Goma, capital de Kivu del Norte.
Alarma de Unicef
En este clima de tensión, Unicef expresó su preocupación por el aumento significativo de las denuncias de graves violaciones contra los niños en algunas zonas del este de la República Democrática del Congo. El número de incidentes se ha triplicado desde la última escalada de violencia, que comenzó a finales de enero de 2025. Durante este periodo, las cifras revelan que los casos de violencia sexual se han multiplicado por más de dos veces y media, los secuestros se han sextuplicado, los asesinatos y mutilaciones se han multiplicado por siete y los ataques a escuelas y hospitales se han multiplicado por doce. «Hacemos un llamamiento urgente a todas las partes en conflicto para que pongan fin de inmediato a estas terribles y graves violaciones contra los niños», declaró Jean Francois Basse, representante en funciones de Unicef en el país africano. «El conflicto -añadió- está destruyendo familias, provocando una inseguridad generalizada y socavando rápidamente los progresos realizados en los últimos años. Los niños vulnerables, incluidos los que viven en la calle, nos dicen que temen por sus vidas».
El reclutamiento de niños
Unicef también está gravemente preocupada por los informes sobre el reclutamiento masivo de jóvenes, a menudo menores, en el conflicto, lo que aumenta significativamente el riesgo de secuestro y reclutamiento de niños. La República Democrática del Congo tiene uno de los números más altos de casos confirmados de reclutamiento de niños en conflictos desde que comenzaron los registros mundiales en 2005. La escalada de violencia de principios de año, con el rápido avance del M23, está agravando la situación; mientras que la ONU afirma estar colaborando con el gobierno de Kinshasa en virtud de un plan de acción firmado en 2012 para poner fin al reclutamiento de menores y otras violaciones graves.