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En su 123ª Asamblea Ordinaria Plenaria, los obispos alertaron en el documento final sobre la «dramática situación de pobreza», y pidieron justicia, transparencia y oportunidades para los jóvenes.
Al concluir su 123ª Asamblea Ordinaria Plenaria, los obispos de Venezuela dieron a conocer su exhortación pastoral titulada ‘Constructores de Esperanza’, que busca iluminar, desde la fe, la compleja situación social, política, económica y cultural del país, así como reafirmar su compromiso hacia los sectores más vulnerables.
El documento, emitido el viernes 14 de febrero, reconoce las dificultades que enfrenta la población venezolana, señalando que «resulta engañoso afirmar que la crisis que ha sufrido nuestro país en los últimos tiempos se ha superado» y agregando que el país no puede avanzar con las mismas estrategias del pasado. A pesar de la difícil realidad, los obispos manifiestan signos de esperanza, como el deseo de cambio y la actitud resiliente de la ciudadanía.
Uno de los ejes troncales del documento es el Jubileo 2025, convocado por el Papa Francisco con el lema ‘Peregrinos de la esperanza’. Las autoridades eclesiales confían en que esta celebración reavive la esperanza en todos los venezolanos, a través del encuentro con Cristo: «Él es nuestra esperanza, la esperanza que no defrauda», afirman.
Rechazo a la pobreza, a la falta de transparencia y pedido de justicia
Los prelados también se refirieron, en su mensaje, a la «dramática situación de pobreza» que golpea a amplios sectores del país, debida a los bajos ingresos económicos, la precariedad de los servicios públicos, educativos y de salud, y la inseguridad jurídica.
En tanto, manifestaron que la Iglesia en Venezuela a través de su red de acción social continuará acompañando y asistiendo, aún a pesar de sus propias limitaciones económicas, a los más pobres. En particular, señalan la urgencia de atender a ancianos y enfermos, pues «cuidar de ellos es una decidida proclamación de la dignidad humana».
En el ámbito político, la exhortación denuncia la falta de transparencia en las elecciones de 2024, ya que «esos hechos siguen presentes en la conciencia colectiva del pueblo venezolano», señaron, al tiempo que destacaron que «para nosotros, pastores, resulta evidente que uno de los mayores anhelos del pueblo venezolano es reconocernos como partícipes de un mismo destino, vivir en paz y libertad. Y consideramos que esto no será posible mientras no se resuelva la crisis política que hoy vive nuestro país».
La Iglesia venezolana, asimismo, instó a las autoridades a garantizar la verdad y la justicia electoral, así como a respetar la soberanía popular expresada en el voto. «Si queremos vivir en una sociedad democrática, participativa y protagónica es necesario recuperar la primacía de la verdad y la justicia, de la dignidad de la persona y del bien común, poniendo a un lado los intereses particulares o partidistas», enfatizaron.
Además, los obispos piden medidas de amnistía y justicia para los privados de libertad, especialmente para quienes han sido detenidos por razones políticas: «Solicitamos a quienes están al frente de las instituciones del Estado que lleven adelante formas de amnistía o de condonación de la pena, e implementen itinerarios de inserción para los privados de libertad».
Por otra parte, pidieron «condiciones dignas para todos ellos y, en particular, el respeto del debido proceso y de los derechos humanos y constitucionales, y la liberación de quienes han sido detenidos debido a sus posturas políticas».
Asistencia, apoyo y oportunidades para los migrantes y jóvenes
Otro de los puntos en los que ahonda la exhortación es la crisis migratoria, que ha llevado a cerca de ocho millones de venezolanos a abandonar el país. En este aspecto, los obispos agradecen la solidaridad de las Iglesias de acogida y aseguran que continuarán acompañando tanto a los migrantes como a sus familias que permanecen en Venezuela.
«Nos unimos al llamado que el Papa Francisco ha dirigido a los hermanos obispos de los Estados Unidos, para que velen por el bienestar de quienes han migrado a ese país en busca de mejores condiciones de vida y, en particular, por los migrantes venezolanos que, en su gran mayoría, son trabajadores capaces de aportar para la construcción de una mejor sociedad», exclaman.
Por otro lado, expresaron preocupación por el futuro de los jóvenes, quienes enfrentan falta de oportunidades de estudio y de trabajo. Para ello, la Iglesia se compromete a fortalecer la educación y la pastoral juvenil para ofrecerles mejores perspectivas.
Fuentes de esperanza
Finalmente, el documento resalta la sinodalidad y el 25° aniversario del Concilio Plenario de Venezuela como desafíos pastorales. La exhortación invita a «caminar juntos» y a encontrar, en los 16 documentos del Concilio Plenario de Venezuela, un proyecto pastoral para la Iglesia que será de gran utilidad para la difícil coyuntura que se enfrenta.
El mensaje concluye encomendando a Venezuela a la protección de Nuestra Señora de Coromoto, y recuerda que la esperanza invita a confiar en que «las cosas pueden cambiar y a renovar la fe en Dios, para quien no hay nada imposible».