La celebración del nacimiento de Cristo se une, este año, con un evento particular, el inicio del Año Jubilar 2025; frente a tales acontecimientos, los obispos invitan a los fieles a perseverar en la oración por Cuba.
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano
Ante las “difíciles realidades” que las familias cubanas afrontan día a día, los obispos de Cuba dirigieron a sus coterráneos un mensaje de cercanía y aliento para “para invitarlos a abrir los corazones a Jesucristo en esta Navidad”, este 18 de diciembre.
La vivencia de tener a Dios en la vida personal, familiar y comunitaria, “se experimenta como la visita del Sol, que ilumina todas las circunstancias”, aseveraron los religiosos, quienes hicieron hincapié en que, incluso en medio de las dificultades y angustias, el Señor ofrece consuelo, fortaleza, “la sabiduría del Espíritu Santo y la serena alegría de Aquel que nos ama”.
Un llamado a la oración
Bajo este contexto, el episcopado exhortó a los fieles a acercarse a Dios a través de la oración, para que así, cuando existen ocasiones de apatía y desánimo, se pueda vigorizar la fe y aumentar la cercanía a Cristo.
“Estos días en los que celebramos el Nacimiento del Redentor se nos ofrece una ocasión maravillosa para volver a encender en el corazón la llama de la fe.”
En tal sentido, renovaron su invitación del 15 de abril del 2024, cuando instaron a la Iglesia cubana a orar y rezar “por este pueblo nuestro al final de todas las misas, en la Adoración del Santísimo, a nivel personal y comunitario”.
“Perseveremos en la oración por Cuba, no dejemos de hacerlo por nada”, reiteraron los obispos, quienes, a su vez la describieron como el servicio más eficaz que la Iglesia puede ofrecer.
Frente a la llegada del Año Jubilar
La Navidad del 2024 se presenta como una ocasión particular, porque da inicio al comienzo del Jubileo, que será un año para experimentar, de forma especial, “el poder de la Misericordia de Dios, que nos acoge y perdona”.
Ante la llegada del especial evento que se extenderá hasta finales del 2025, el episcopado cubano exhortó a todos los fieles a dejarse encontrar por Jesucristo y a “y a trabajar juntos buscando el bien de todos, construyendo así una Nación donde todos vivamos como hermanos”.