Con motivo del Día Internacional del Migrante que se celebra hoy, el Secretario General de las Naciones Unidas recuerda el papel fundamental que desempeñan los migrantes en el crecimiento económico y demográfico de los países de acogida. Sin embargo, subraya también los dramáticos desafíos que estas personas se ven a menudo obligadas a afrontar, como la violencia, los prejuicios, la discriminación e incluso la trata de seres humanos
Vatican News
Los millones de migrantes que atraviesan el planeta aportan una importante contribución «a las comunidades, las economías y los países de todo el mundo». El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un mensaje con motivo del Día Internacional del Migrante que se celebra hoy, subraya el valor añadido de quienes abandonan su país para trasladar su vida a otro lugar, al tiempo que recuerda los retos a los que muy a menudo se enfrentan estas personas. Los migrantes son un activo importante, nos recuerdan las Naciones Unidas, ya que «desempeñan un papel clave en los mercados laborales, colmando lagunas de cualificación, fomentando la innovación y el espíritu empresarial y abordando los retos demográficos en sociedades que envejecen. Los migrantes estimulan el crecimiento económico y proporcionan un sustento a las familias y comunidades de origen, fomentando el desarrollo». Sin embargo, estas mismas personas, como recuerda Guterres, se enfrentan a «prejuicios, discriminación, violencia y abusos descarados, hasta la crueldad inimaginable de la trata de seres humanos». Desafíos, además, exacerbados por «la creciente marea de desinformación y discursos de odio que siembran divisiones y distorsionan la valiosa contribución que los migrantes hacen cada día». Guterres hace un llamamiento a la comunidad mundial, a la que pide que apele a la «humanidad común» en un esfuerzo por «invertir estas tendencias perjudiciales».
Migración segura y ordenada
Es necesario, explica además el secretario general de la ONU, adherirse al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado en diciembre de 2018, para identificar «soluciones concretas para proteger a los migrantes en cada etapa de su viaje y seguir ampliando las vías migratorias basadas en los derechos». Con el Pacto para el Futuro aprobado el pasado mes de septiembre, prosigue Guterres, «los países de todo el mundo han vuelto a comprometerse a fortalecer las alianzas internacionales y la cooperación mundial para una migración segura, ordenada y regular». El llamamiento es, por tanto, a defender cada día «los derechos de todos los migrantes» y a trabajar «para crear sistemas de migración seguros, humanos e inclusivos».
2023, el año más mortífero
La ONU recuerda las grandes dificultades, como las guerras y el cambio climático, que obligan a millones de personas a huir para salvar sus vidas, las de sus familias, o incluso para buscar seguridad económica. En 2023 se registraron niveles récord de desplazados internos, explica además la ONU, aumentaron las necesidades humanitarias debido también a nuevas crisis y, lo peor de todo, se estima que fue el año más mortífero jamás registrado para los migrantes, con más de 8500 personas muertas, según cifras de la OIM, en las rutas migratorias de todo el mundo.
La migración, una fuerza para el bien
La esperanza de que podamos construir un mundo en el que la migración sea esencialmente segura sigue siendo alta, sólo hay que tener en cuenta las «pruebas abrumadoras» que señala la propia ONU, a saber, que «cuando la migración se gestiona de forma segura y estratégica, puede ser una poderosa fuerza para el bien», y que por tanto, apoyando «vías regulares de migración», podemos ofrecer oportunidades a las personas que emigran, «proteger mejor sus derechos y contribuir a una mayor prosperidad en los países de los que proceden y en los que los acogen».