¿Qué es la Fiesta de Todos los Santos?

Originalmente era la fecha de la dedicación del Panteón, el 13 de mayo del año 609, y la fecha de una fiesta que ya existía en Oriente. Más tarde se la trasladó a la fecha en que se la celebra hoy en día según el calendario romano, seguida del día de la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, es decir, todos los justos que han fallecido y se encuentran en el Purgatorio.

¿Qué diferencia hay entre la fiesta de Todos los Santos y la de Todos los Fieles Difuntos?

En la fiesta de Todos los Santos se honra a las personas que ya están en el Cielo. La fiesta de Todos los Fieles Difuntos, en cambio, nos invita a rezar por todas las almas que se encuentran en el Purgatorio y que, por lo tanto, no han alcanzado el Cielo todavía. Para leer más sobre el tema, puede ingresar en el siguiente enlace:

 

¿Qué es en realidad un santo?

En palabras de la Madre Angélica: “Los santos son personas comunes que aman a Jesús, tratan de imitarlo y son fieles a sus deberes de estado durante su vida; se sacrifican por el prójimo y se mantienen ajenos al mundo en su mente y su corazón”. Un santo canonizado es una persona que, luego de un estudio minucioso por parte de la Iglesia, es formalmente reconocido como alguien que ya está con Dios en el Cielo. Esto incluye a los ángeles santos, los justos de la Antigua Ley (el Rey David, los profetas, etc.), hombres y mujeres santos mencionados en el Nuevo Testamento (María, José, los Apóstoles, etc.), y las personas reconocidas por la Iglesia de los primeros años que incluyeron sus nombres en el canon de la Misa (de ahí, canonización). En el segundo milenio, este proceso de “canonización” se volvió más formal.

¿Todas las almas que están en el Cielo son santas?

Sí. La Iglesia ha declarado santos a algunas personas, pero hay incontables personas en el Cielo que no han sido reconocidas por la Iglesia, tanto en los primeros siglos como formalmente luego, por el proceso de canonización.

¿Existen santos que estén vivos?

La palabra “santo” se usa en más de una carta, a los Efesios por ejemplo (cf Ef 1,1, Fil 1,1), para referirse a los justos de varias iglesias. La Iglesia, sin embargo, le da un uso más formal a la palabra; quienes están vivos, pueden, estrictamente, perder su estado de gracia por pecados graves o incluso morir en ese estado. Por eso, la palabra “santo” se reserva normalmente para quienes han perseverado en una vida justa hasta su muerte y han sido reconocidos tales por la Iglesia, con el objeto tanto de honrarlos como de ofrecerlos como modelo de seguimiento de Cristo para la Iglesia.

¿Existen santos no católicos?

La Iglesia canoniza únicamente a católicos como modelos para los fieles, pero reconoce que quienes desconocen la verdad de la fe católica también pueden vivir por Cristo y morir por Cristo. En el siglo veinte, la cantidad de no católicos mártires bajo los regímenes nazi y soviético se calcula en varios miles, así como los innumerables millones que vivieron fielmente su fe y su amor por Jesús. Esos justos también están con Dios y, al igual que los católicos, cualquier imperfección en su comunión con Cristo y Su Iglesia ha sido sanada perfectamente en el Purgatorio.