
9 e marzo 2025
BBC News Mundo
Es uno de los episodios de violencia más graves desde que se inició la guerra civil en Siria hace 14 años, que hace temer por la frágil estabilidad del país.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad sirias y hombres armados leales al antiguo régimen de Bashar al Assad habrían dejado más de un millar de muertos en los últimos dos días, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un grupo con sede en Reino Unido que lleva documentando el conflicto sirio desde su inicio.
Entre los muertos hay, según la organización no gubernamental, unos 745 civiles que habrían sido asesinados «a sangre fría» en unas 30 «masacres» sectarias dirigidas por las fuerzas de seguridad contra la minoría alauita este viernes y sábado en la zona de la costa mediterránea del país.
La BBC no ha podido verificar de forma independiente estas afirmaciones.
Se ha reportado que cientos de personas han huido de sus hogares en las provincias costeras de Latakia y Tartús, bastiones del apoyo al depuesto presidente Bashar Al Assad, que también es alauita.
Los residentes locales han descrito escenas de saqueos y asesinatos en masa, incluso de niños.
En Hai Al Kusour, un vecindario predominantemente alauita en la ciudad costera de Baniyas, los residentes dicen que las calles están llenas de cuerpos dispersos, amontonados y cubiertos de sangre. Hombres de diferentes edades fueron asesinados a tiros allí, dijeron testigos.
El viernes, la gente estaba demasiado asustada para mirar por las ventanas. La conexión a internet es inestable, pero cuando se conectaron se enteraron de la muerte de sus vecinos a través de publicaciones en Facebook.
Llamado a la paz
Se trata de la peor insurrección a la que se enfrenta el nuevo gobierno de transición sirio desde la caída del régimen anterior, el pasado mes de diciembre.
«Debemos preservar la unidad nacional y la paz civil en la medida de lo posible y, si Dios quiere, podremos vivir juntos en este país», afirmó este domingo el nuevo líder sirio, Ahmed el Sharaa, desde una mezquita de Damasco.
Estos son algunos de los «retos previsibles» tras la caída del régimen de Al Assad, añadió en un mensaje de vídeo.
Entre los fallecidos hay decenas de tropas gubernamentales así como milicianos armados leales a Al Assad, que se han enzarzado en enfrentamientos en Latakia y Tartús desde el jueves.
Unos 125 miembros de las fuerzas de seguridad gubernamentales dirigidas por islamistas y 148 combatientes pro-Assad han muerto en la violencia, según el informe del OSDH.