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El observador permanente del Vaticano ante la ONU y otras organizaciones internacionales, monseñor Ettore Balestrero, reiteró el 7 de febrero en Ginebra, en la 37ª Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos, la «firme condena de la reciente ofensiva» de la coalición rebelde AFC/M23 contra Goma y avanza hacia Bukavu, e instó al cese inmediato de todas las hostilidades
Vatican News
«La Santa Sede está profundamente preocupada por la escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo», reitera su apoyo al «Proceso de Luanda», un plan para llevar la paz a la región, y «pide la reanudación inmediata de las negociaciones», acogiendo con satisfacción «la propuesta de crear una misión independiente» para esclarecer los hechos.
Lo afirmó monseñor Ettore Balestrero, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras Organizaciones Internacionales, quien, durante su participación del 7 de febrero en la 37ª Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, reiteró la «firme condena a la reciente ofensiva» de la coalición rebelde AFC/M23 contra Goma y avanza ahora hacia Bukavu.
«El M23 debe cesar inmediatamente todas las hostilidades y retirarse de las zonas ocupadas», añadió el nuncio apostólico, afirmando que la «integridad territorial» del país «debe ser plenamente respetada».
Permitir la ayuda humanitaria
En su discurso, monseñor Balestrero señaló que la escalada del conflicto «ha provocado una enorme y trágica pérdida de vidas y un preocupante aumento de las violaciones de los derechos humanos», que varias ciudades han sido saqueadas y que se están produciendo nuevos desplazamientos masivos de la población, ya empobrecida por los enfrentamientos recurrentes en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur desde hace treinta años.
Para el diplomático vaticano, es «profundamente lamentable que incluso miembros de las fuerzas de paz, que estaban cumpliendo los mandatos que les ha confiado el Consejo de Seguridad de la ONU, hayan sido asesinados o heridos en el cumplimiento de su deber».
«Para aliviar la crisis humanitaria», debería permitirse al menos «la entrega de ayuda humanitaria y la evacuación de los heridos más graves», instó el nuncio apostólico, que pidió la reapertura inmediata del aeropuerto de Goma y, por tanto, las disposiciones necesarias por las partes implicadas.
Respetar el alto el fuego
El observador permanente recordó también la invitación del Papa Francisco a las partes en conflicto, durante la audiencia general del 29 de enero, a cesar las hostilidades y proteger a los civiles, con la recomendación a las autoridades locales y a la comunidad internacional de hacer todo lo posible «para resolver la situación de conflicto por medios pacíficos».
Por último, el nuncio apostólico expresó la cercanía, solidaridad y condolencias de la Santa Sede a todas las familias que han perdido a seres queridos y recordó «a todas las partes en conflicto sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario», instándolas a respetar el alto el fuego.