4 grandes consejos de Don Bosco para aprovechar al máximo el Jubileo de la Esperanza 2025

Por Walter Sánchez Silva

En el año 1875 la Iglesia vivió un jubileo y Don Bosco, el santo patrón de la juventud y fundador de los Salesianos, escribió un libro en el que ofrece algunos consejos para vivir intensamente tiempos como el Jubileo de la Esperanza 2025, convocado por el Papa Francisco.

El libro se titula El Jubileo de 1875, su institución y prácticas devotas para la visita de las iglesias y en él San Juan Bosco comparte diversas reflexiones para que los fieles se acerquen a Dios, especialmente a través de las indulgencias, que ahora se pueden obtener con la confesión, la Comunión, la oración por las intenciones del Papa y atravesando una puerta santa.

1. Acércate a la confesión y confiésate bien

Don Bosco recuerda, en primer lugar, que todos deben confesarse para pedir el perdón de Dios por sus pecados y lamenta: “¡Cuántos cristianos hacen mal uso de este Sacramento! Los que se acercan sin realizar el examen de conciencia, otros confiesan con indiferencia, sin dolor o sin propósito de enmienda; otros guardan entonces silencio sobre cosas importantes en la confesión o no cumplen con las obligaciones impuestas por el confesor. Estas personas toman lo más santo y útil para usarlo en su propia ruina”.

El santo italiano resalta luego que es importante considerar que “el sacerdote, que nos espera en el tribunal penitencial, nos espera en el nombre de Dios y en nombre de Dios perdona los pecados de hombres”.

“Tampoco debe alejarnos de la confesión el temor de que el confesor esté a punto de revelar a otros las cosas escuchadas en la confesión”, destaca el santo, y precisa que “un precepto absoluto, natural, eclesiástico y divina obliga al confesor a guardar silencio sobre lo que se oye en confesión” y no puede revelarlo a nadie bajo pena de excomunión.

2. Acércate a la Comunión y comulga con frecuencia

“Habiendo instituido este Sacramento para el bien de nuestras almas, Jesús quiere que nos acerquemos a él con frecuencia”, explica Don Bosco.

“Algunos dirán: ‘soy demasiado pecador’. Si eres pecador, intenta alcanzar la gracia con el Sacramento de la Confesión y luego recibe la Sagrada Comunión y tendrás gran ayuda. Otro dirá: rara vez me comunico para tener mayor fervor. Y esto es un engaño. Las cosas que rara vez se hacen, en su mayoría se hacen mal”, prosigue.

El santo recuerda asimismo que “los que están sanos no necesitan médico: por lo tanto, los que están más expuestos a molestias necesitan ser visitados por un médico con frecuencia”.

“Si quieres realizar una acción que sea la más gloriosa para Dios, la más agradable para todos los santos del cielo, la más eficaz para vencer las tentaciones, la más segura para hacerte perseverar en el bien, ciertamente es la Sagrada Comunión”, recomienda.

3. Da limosna y si no puedes haz obras de misericordia

“Un medio muy eficaz, pero muy descuidado por los hombres, para alcanzar el paraíso es la limosna”, que no es sólo la ayuda material, sino “cualquier obra de misericordia ejercida hacia el prójimo por amor a Dios”.

Citando luego el capítulo 3 del Evangelio de San Lucas, el santo resalta: “Todo lo que exceda de vuestras necesidades, dádselo a los pobres. El que tiene dos vestidos, que dé uno al necesitado y el que ya tiene más de lo necesario, que lo comparta con el hambriento”.

“Dios nos asegura que todo lo que luego hagamos a los pobres, él lo considera hecho a Él mismo”, subraya el santo, quien también anima a evitar los gastos superfluos como los lujos para tener más que dar a los necesitados.

“Algunos dicen entonces con verdad: no tengo riquezas. Si no tienes riquezas, da lo que puedas”, continúa. “No faltan medios y caminos; para dar limosna. ¿No hay enfermos a los que visitar, a los que asistir, a los que vigilar? ¿No hay jóvenes abandonados que los acojan, los eduquen, los alojen en su casa (…)? ¿No hay pecadores a quienes amonestar, incrédulos a quienes aconsejar, afligidos a quienes consolar, riñas que calmar, heridas que perdonar? ¡Mira cuántos medios puedes utilizar para dar limosna y merecer la vida eterna!”.

Finalmente Don Bosco destaca que al dar a los pobres se recibe, como dice la Escritura, “el ciento por uno en esta vida presente y recompensa en la vida eterna”.

4. Cuida la salud espiritual y no pospongas tu conversión

El santo de Turín remarca también que “sólo una cosa, oh hombre, te es necesaria: salvar tu alma”. “Si adquirís honores, gloria, riquezas, ciencias y luego no salvas tu alma, todo está perdido”, advierte.

“Tenía razón San Felipe Neri al llamar locos a todos aquellos que en esta vida intentan obtener honores y trabajos lucrativos, riquezas y se preocupan poco por salvar su alma.

engan muy presente que quien no piensa hoy en salvarse corre el grave riesgo de estar mañana con los condenados en el infierno y de perderse para toda la eternidad”, alerta Don Bosco.

“No creo que ninguno de ellos tuviera esta intención. El engaño consistió en posponer su conversión; Murieron en pecado y ahora están condenados”, concluye.

Una oración de Don Bosco

Don Bosco también escribió una oración para acercarse más a Dios durante el Jubileo:

¡Oh Redentor mío, has gastado tu sangre para comprar mi alma, y ​​yo la he perdido muchas veces por el pecado!

Te agradezco por darme todavía tiempo para ponerme en tu gracia. ¡Oh Dios mío!, lamento haberte ofendido, si hubiera muerto antes y nunca hubiera disgustado a un Dios tan bueno como tú.

Sí, Dios mío, te ofrezco todo de mí, escondo mis iniquidades en tus llagas más sagradas, y sé con certeza, Oh Dios mío, que no sabes despreciar un corazón que se humilla y se arrepiente.

Oh María, refugio de los pecadores, ayuda al pecador que a ti se recomienda y confía en ti.

  • Luciano Gonzalez

    Locutor- Productor- Editor

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